18 diciembre 2006

Navidad... ¿qué Navidad?


Cuando era pequeño esperaba con ansiedad la llegada de la Navidad. Eran otros tiempos. La casa se llenaba de regalos que le hacían a mi padre; íbamos a ver las calles del centro de Barcelona iluminadas para la ocasión y nos acercábamos mi madre y yo hasta la feria de belenes de la Sagrada Familia y la de la Catedral (en casa eran muy devotos). Pero si algo marcaban estas fechas eran los Reyes Magos.

El 6 de enero es seguramente la cifra más magica del calendario. Recuerdo que mi madre hasta me daba tila para que durmiera esa noche. Los nervios me atenazaban, pero la ilusión podía con todo. Me faltaba tiempo para desembalar los paquetes que llevaban mi nombre porfiando que alguno de ellos fuera un tren eléctrico o un coche teledirigido. Eran otros tiempos.

Ahora, todo ha cambiado. Para empezar, la llegada de estas fechas significa un recorte importante en la cuenta corriente. Mis hijos, y supongo que todos los críos harán lo mismo, no se conforman con esas 'minuncias' de juguetes. Ahora imperan las Playstations 3, los aviones dirigidos por radio control, lo que sea de Pokemon y hasta un uniforme del Barça, pero el oficial, claro.

Y eso significa que la libreta de ahorros, ese objeto en el que ves cómo el dinero que ganamos mes a mes se esfuma por culpa de los plazos, el colegio y Telefónica, se va mofando de ti, sobre todo cuando se acerca el día diezipico del mes.

Y porque no quiero hablar de los ágapes. Que si vamos a casa de los suegros, que si vienen los cuñados, si hacemos un pollo relleno... Dinero, dinero, dinero...

En fin, esto es la Navidad, unas fechas en las que todos tenemos mucha ilusión... ¡por salir trasquilados!

No hay comentarios: