El golf no se salva del dopaje

Ya lo había anunciado hace sólo unos días el mítico jugador Gary Player. Poco antes del inicio del pasado Open Británico, el surafricano denunció que algunos golfistas consumen sustancias dopantes para mejorar su musculatura, concretamente creatina, cuyo consumo no está prohibido.

Hoy me ha sacudido una noticia de esas que nunca querríamos leer ni escuchar. Pasado ya el llamado‘Tour de la droga’, el golfista italiano Alessandro Pissilli ha dado positivo por una sustancia diurética prohibida, anunció ayer el Comité Olímpico Italiano. El jugador pasó este control a finales de junio durante un campeonato nacional en Italia. Pissilli, natural de Florencia, se enfrenta ahora a una sanción de dos años.

Ya es triste que el ser humano recurra a las trampas para mejorar sus resultados en deporte. Como otros deportes, el golf como el pitch & putt no están a resguardo de tramposos, aunque lo del dopaje en nuestro deporte nos llega a casi todos de nuevo, menos para Gary Player. Las trampas han existido, existen y existirán, y contra eso no hay controles que valgan. Sólo el sentido común de cada uno.