16 noviembre 2005

El 20-N


Como cada año por estas fechas las diferentes cadenas de televisión y los medios escritos recuerdan que hace 30 años falleció Francisco Franco. No está mal que lo recuerden, pero sí que abusen de ello. Todos sabemos ya quién era Franco, lo que hizo y cómo gobernó. Es historia pasada pero parece que el morbo de su recuerdo excita a la gente. Prepárense para una nueva oleada de reportajes sobre el dictador

El 20-N no sé si es más recordado por el final de un régimen o por el inicio de la libertad. En este país, donde de 10 cabezas 1 piensa y el resto embisten, parece que interesa más recordar el horror que la llegada de la democracia. No hay cadena de televisión que ignore a Franco. Ya sé que una cosa va ligada a la otra, pero... ¡basta ya!

Franco, con todo lo que hizo, sólo debe tener su sitio en la historia. No podemos ignorar que estuvo 40 años dirigiendo un país según sus ideales, pero cada año, por esas fechas, 'resucita'. Que cómo fueron sus últimas horas de vida, que si había fallecido unos días antes y le alargaron la vida, etc. etc. etc. ¿Por qué no hacen lo mismo con Primo de Rivera? Él también fue un dictador, también tiene su morbillo recordarlo.

Deberíamos pensar en positivo y en otras cosas más importantes que afectan a España en la actualidad. Hay que dejar a Franco, que al fin y al cabo es un cadáver, sólo para los libros de historia. Ese es su lugar.