23 noviembre 2005

¿Por qué los niños?


Según el último informe de la FAO, más de seis millones de niños mueren de hambre en todo el mundo. Y eso que la querían erradicar del todo antes del año 2015. No sólo no disminuye el número de pequeños que dejan sus vidas por no poder comer sino que aumenta por culpa de otras enfermedades, plagas o desgracias naturales

El mundo tiene que hacer algo ya mismo. No puede ser que en el siglo XXI aún haya millones de personas que mueren de hambruna y, lo peor, es que de ellos más de seis millones son niños. La FAO, en su último informe que ha dado a conocer estos días, no ve una solución a corto plazo. En la Cumbre Mundial de Alimentación que se celebró en 1996 se pactó que se erradicaría el hambre antes del año 2015. Nueve años más tarde, la FAO dice que el progreso hacia la victoria en esta batalla es muy lento, en parte porque muchos países no han cumplido sus compromisos que prometieron en 1996.

Esos seis millones de pequeños equivale a toda la población escolar de Japón, por poner un ejemplo. A priori, la FAO cree que sólo se cumplirá el objetivo de erradicar el hambre en América del Sur y en el Caribe. El resto, pues, seguirá padeciendo esa lacra hasta no sé sabe cuándo.

Mientras, la Iglesia española sigue reclamando más dinero al Estado. Siempre he dicho que el dinero que se utiliza para la construcción de la Sagrada Família se podría destinar a otros fines, especialmente para paliar el hambre. Soy católico no practicante y ya sé que si algún cristiano de pro lee este artículo me va a criticar por esto que he escrito. Pero es así y así pienso. Tenemos la clave para ayudar aunque aquí parece que interesan más las cuentas de la Iglesia.