04 diciembre 2005

La flor se marchita


Del todo a la nada en pocas horas. Vanderlei Luxemburgo, entrenador del Real Madrid, va a ser destituido en breve por los malos resultads. Tiene guasa la cosa: el año pasado llegó para salvar a los blancos del ridículo que hacían. Ahora, esos jugadores siguen haciendo exactamente lo mismo que cuando llegó el brasileño y, como ha podido más el vestuario que el técnico, Florentino Pérez le echa. Los niños mimados blancos son más poderosos fuera que en los terrenos de juego. ¡Qué triste!

Se acabó la aventura madridista de Vanderlei Luxemburgo. El brasileño llegó con la estrella reluciendo... y se va apagado. Como las flores silvestres que, cuando vienen malos tiempos se marchita.

El vestuario de la casa blanca es poderoso. Pueden más las chiquillerías de los jugadores que otra cosa. Florentino, como no puede echar a 22 jugadores, que sería lo más justo porque son unos vagos y unos mimados, echa al técnico, que es el que menos culpa tiene.

Son las paradojas de la vida. Llegó el año pasado como el gran salvador del Madrid y se va fracasado, como otros tantos entrenadores que han pasado por el banquillo de Chamartín. El enésimo proyecto de Florentino Pérez ha fracasado también.