Los vídeos de móviles

Es la última moda entre escolares. Grabar una agresión a un compañero de clase, a un profesor o incluso dar una colleja a un transeúnte que circula tranquilamente por la calle es algo que, por desgracia, forma parte ya de nuestra sociedad.

Esto va a modas. Desde hace un tiempo los perros ya no muerden a niños (¿les habrán puesto un bozal a todos los canes del país?), ni se oye nada de contaminar con lejía las botellas de agua de los supermercados, por poner dos ejemplos. Ahora se lleva grabar con el móvil. Uno, que es padre de familia, moderno y liberal, no entiende cómo los padres permiten que sus hijos (me refiero a menores de 12 años) lleven tales artefactos al colegio (¿pará qué necesitan un móvil? Si les pasa algo, el centro siempre localiza a los padres) y, lo que más 'asusta' es que los llevan de última generación (de los que se puede ver incluso la TV).

Luego, con decir que "si mi hijo es un santo, nunca hace nada malo" se soluciona el tema. Y lo que tienen bajo su techo es un aprendiz de 'kale borroka' con cara de niño bueno.

Los móviles, además de servir para casos de emergencia y darle al 'pico', ahora son armas brutales en manos inexpertas que sólo buscan burlarse de alguien causando el máximo de daño.

Hay una chica en Ponferrada que está en manos de psicólogos tras ser agredida y grabada por un móvil por sus compañeras de colegio. Si eso es divertirse...