29 diciembre 2006

A 24 horas del relax

O al menos eso espero. El día 30 de diciembre será mi último día laboral de 2006, un año agridulce, con cosas buenas y, lógicamente, cosas malas, que no para olvidar. Me gustaría hacer un breve resumen de como me ha afectado este año que está a punto de desaparecer.

Comencé con el alta médica, después de 10 meses de baja por lo del cuello. Ya tenía ganas, la verdad, aunque seguro que habrá más de uno que no pensará lo mismo (que alguno habrá). Entre enero y abril me metí de lleno en el pitch & putt. Y conmigo, mis hijos, a los que he 'envenenado'. Ya retomada la vorágine laboral, llegamos a Semana Santa. En las vacaciones mi padre volvió a recaer, pero sin ser nada grave. El verano fue, más o menos, normalito y, con la llegada del otoño, vuelta al 'stress'. El final de año ha sido lo peor, culminado con esa noticia que me dejó helado: la muerte de Kevin, un crío del colegio de mis hijos, en un accidente de circulación.

Pero el último día del año empieza lo bueno. Me pillo ocho días de 'merecidas' vacaciones. Nos iremos a un pueblito cerca de Olot a pasar el fin de año y a recargar pilas para el año 2007 que, espero, sea mejor que 2006.

Como no volveré a actualizar el blog en algunos días...
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS LOS LECTORES!!!

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