Chauvinismo deportivo

El país vecino es uno de los que más me gustan, sobre todo la zona pirenaica. Hay pueblos realmente de 'pessebre' y sus gentes, por norma, son amables con el foráneo.

Sin embargo, hay una cosa de los franceses -hablo en general- que odio, y es su afán de protagonismo cuando no ganan. Ha pasado en el ciclismo, en el rugby y, ahora en el fútbol. Aprovechando, y perdonen la expresión, la mierda removida por la Operación Puerto, esa investigación de la Policía española sobre tenencia y tráfico de sustancias dopantes, los diarios L'Equipe y Le Monde han vertido en sus páginas parte de esa mierda del dopaje sobre cuatro equipos de la Liga española de fútbol. Antes lo probaron con Perico Delgado y Miguel Indurain y, últimamente, con Lance Armstrong y Alejandro Valverde, lógicamente, sin probar nada. El Barça ha quedado afectado por esas acusaciones de estos dos diarios galos al afirmar que algunos de sus jugadores los llevaba Eufemiano Fuentes, único implicado, de momento, en esa red de sustancias dopantes. La Justicia ya ha empezado su camino para limpiar el nombre de la entidad azulgrana.

El golpe ha sido bajo, pero más barriobajero que otra cosa. Los franceses deberían aprender de cómo se hace deporte en España porque, si ellos no ganan, que se lo hagan mirar. España siempre ha sido un modelo de limpieza en el deporte, con sus excepciones, claro, que siempre hay alguna 'oveja negra'; como en Francia. ¿O es que allí no hay dopaje?

Maldito chauvinismo francés...