23 diciembre 2006

La incultura da miedo


A pesar de los avances a que nos tiene acostumbrados la técnica, la cultura, lejos de evolucionar a bien, lo hace de manera regresiva. Ahora que impera la solidaridad, la ecología y la tolerancia, resulta que hay menos cultura que antes.

Esto que voy a explicar es verídico. Pasó en Barcelona hace unos días y a uno se le quedó la cara de pasmao cuando lo leyó por primera vez. Una mujer, con un bebé en brazos, entró en un restaurante de la Ciudad Condal acuciada por los lloros de su bebé que, al parecer, le tocaba la comida. El frío que hacía en la calle obligó a la chica a refugiarse en un restaurante de nombre vasco (como siempre, me niego a hacer publicidad del mismo) para darle el pecho a su hijo.

Ante el estupor de la mujer, y antes incluso de que pidiera una consumición, el camarero la 'invitó' a irse porque allí no podía dar de mamar. Extrañada, la mujer le pidió explicaciones y el susodicho individuo le aconsejó entonces que fuera a dar de mamar... ¡AL LAVABO! Increíble.

Pero no contento por ello, y ante la solicitud de la mujer de pedir una hoja de reclamaciones, el camarero se la negó porque, según dijo, como no había consumido, no tenía derecho a hacer una reclamación.

Y esto pasa en el siglo XXI, en una Catalunya próspera y en la que las multinacionales se mueren por invertir. El hombre este se ve que no ha mamado teta en su vida, aunque la mala leche que desbordó no sé de donde la habrá sacado. Desde luego, la chica ha puesto la correspondiente denuncia y se supone que le darán la razón.

Por cierto, no sé si hay boicot contra este restaurante, pero yo pasé el otro día en horario de ágape... y muy lleno no estaba.

No hay comentarios: