La magia se ha ido

Tal como dice el título que he puesto a este artículo, en mi casa nos hemos quedado sin magia. En estas fechas tan dichosas, felices y esperadas, algún día tenía que pasar... y fue ayer, víspera de Navidad. Antes que sigáis leyendo, por favor, no enseñéis esta confesión a los peques de la casa. Enseguida comprenderéis por qué.

Todos los que han tenido hijos creo que han pasado por lo mismo pero, la verdad, nunca creí que fuera tan 'duro' encajar el golpe. Me explico.

Sabéis que tengo dos hijos, la Sílvia de 11 años y el Sergi, de 8. Con la niña no fue tan 'fuerte', pero con el peque, seguramente porque ya no viene detrás ninguno más, ha sido durillo. Sergi descubrió ayer que el 'Tió' no es el 'Tió', ni que Papa Noel trae regalos, ni que los Reyes van en camellos cargados de regalos... Con una pregunta tan tímida como inocente, nos preguntó a su madre y a mi: "¿Verdad que Papa Noel son los padres? Tras esa pregunta llegó el bombardeo: ¿Y los Reyes también sois vosotros, no?

Nos quedamos sin habla durante 5 segundos y, tras reaccionar, sólo se nos ocurrió asentir con la cabeza. Se había acabado un ciclo de nuestra vida. Nunca más volveremos a tener la magia del Papa Noel ni de los Reyes.

Para quien no ha pasado por ello no sabe lo que es. Mi hijo, el peque de la casa, se hace mayor. Es motivo de orgullo y satisfacción, pero hemos perdido al 'enano', y eso nos entristece un poco. Por eso, estas fiestas no serán como las anteriores. Es ley de vida, lo sabemos. Sólo me queda decir que... FELICES FIESTAS, sobre todo CARGADAS DE ILUSIÓN. Eso no lo perderemos nunca.