Regreso al campo

Si ayer decía que me daba la impresión de que mi hijo Sergi podría estar cansado del golf o el p&p, hoy puedo decir que no es cierto. Hemos ido a jugar nueve hoyitos al campo de Barcelona Teià. Es cierto que le he tenido que 'empujar', pero ha sido dicho y hecho. Hemos jugado los dos. Yo también hacía tiempo que no cogía los palos y la verdad es que la inactividad me ha pasado factura. Me he cansado, he sudado pero he conseguido acabar los nueve hoyos, aunque con un resultado mediocre, 38 golpes. Mi hijo, mucho mejor que yo, me ha ganado por tres golpes, pues él ha hecho 35, lejos también de su mejor momento de forma, pero con buenas maneras.

Seguramente, este comentario que hago en este, mi blog, le importará un pimiento a los lectores, pero quiero dejar claro que la depresión que sufro está llegando a su fin y con la ayuda de la familia lo estoy consiguiendo. Hoy mi hijo me ha dado un par de lecciones, una en el campo, pues me ha ganado, y otra al animarme constantemente cada vez que me salía un golpe malo.

Los dos vamos por el buen camino. Yo confío en que este mes de agosto pueda volver a la más entera normalidad y quiero que él esté más confiado que nunca para seguir jugando a golf y p&p. Por eso hemos vuelto a los campos de golf y p&p. Es un paso más en nuestros objetivos.