08 noviembre 2005

El racismo de nunca acabar


No hay manera de acabar con esta lacra. En Getafe se volvieron a oír gritos contra Samuel Eto'o por su condición de 'negro'. Sin duda, esa gentuza sabe que hace mucho daño, pero seguramente desconocen hasta qué punto. Esos radicales deberían estar alejados de la cultura deportiva que, por lo que se ve (mejor dicho, se oye) a ellos les importa un pimiento. Para esa gentuza, que existe desgraciadamente en todos los ámbitos deportivos, la única cultura que existe es la del insulto, si puede llamarse así

Samuel Eto'o ya está acostumbrado, como otros grandes jugadores de color que han pasado por la Liga española. El racismo, lamentablemente, está de moda, y en el Coliseo Alfonso Pérez de Getafe se volvió a poner de manifiesto. Imbéciles los hay en todos lados, pero cebarse en alguien simplemente por su color de piel es deleznable. Da igual que sea el mejor de la plantilla o el más patoso. Aquí lo que priva es el insulto. Y pese a que el árbitro obligó a dar avisos por megafonía para que callaran los insultos, el presidente del modesto club azulón, Ángel Torres, se limitó a decir que "a ver si en el Bernabéu el árbitro tiene narices de hacer lo mismo".

El tema del Estatut parece haber multiplicado esa sed racista, sobre todo hacia Catalunya, los catalanes y los que trabajan aquí, en la zona centro de España. La propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, arengó a esos 'energúmenos verbales' diciendo, en los días previos al partido, que "hay que dar caña al Barça".

Pues nada, el Barça irá al Bernabéu el próximo día 19 sabiendo que no visitará un estadio de fútbol, sino un recinto que, seguramente, se parecerá más a un zoo. ¿Estará Esperanza Aguirre en el campo o ese día irá de visita al zoo? Patético.

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