Golpes y casualidades

La vida tiene sus caprichos y a veces el destino parece que está marcando la trayectoria de alguien. Aunque sea una chorrada, pero por mísero que sea un simple detalle, te puede llegar a marcar de por vida. Y vosotros, amigos lectores de este juntaletras, pensaréis: "¿qué co... está diciendo este tipo ahora?"

Tengo mis motivos. El fin de semana del 7-8 de julio se disputa la última prueba del Interclubs. Como miembro de un equipo, y aún sin haber podido debutar, tenía muchas ilusiones puestas en ese fin de semana. Por una serie de circunstancias (hándicap alto, trabajo, compromisos familiares, etc), siempre tenía que decir 'no' a una convocatoria de mi equipo en este Interclubs 2007. Y cuando parece que llega el esperado día de jugar con mi equipo, llega el golpe: No podré jugar porque la prueba de Manresa se jugará en sábado, casualmente el día que un servidor regresa de sus vacaciones. El rollo del principio viene porque siempre he estado marcado por esta especie de casualidades y que voy a enumerar ahora sin extenderme demasiado porque ya no tiene mayor importancia.

1 - Cuando decidimos mi futura mujer y yo casarnos, elegimos una fecha. Ya con todo montado y preparado (sólo faltaba la boda en sí), a falta de15 días me comunican que ese fin de semana, el de la boda, me invitan a un viaje de trabajo... ¡a Japón!.

2 - Cuando mi mujer estaba embarazada de mi primera hija, a falta de una semana para dar a luz, invitan a un servidor a Cuba con motivos de trabajo. Lógicamente renuncié de nuevo.

3- Cuando ya había nacido la niña, a los pocos meses he de decir que no a un viaje a Brasil que también era de trabajo.

4 - Antes de todo eso, me ofrecen trabajar en Madrid , en el Consejo Superior de Deportes. ¿Cuándo ocurrió eso? Justo después de comprar un pisito en Barcelona, mi actual residencia.

A ver, no quiero que nadie piense que soy un llorón ni nada por el estilo, pero da la casualidad de que cuando me puede llegar algo bueno, hay otro 'algo' que hace que se desvanezca. Por fortuna, torneos por jugar hay más, amigos en torno a este magnífico deporte, aún hay más. Así que no vale la pena desesperarse. Sólo he querido reflejar en este, mi espacio en internet, mi 'mala leche' interior (y perdonad esta expresión).