Atar perros con longaniza
Eso es lo que pretende hacer el conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya, Joan Saura. Quiere que haya Mossos d'Esquadra inmigrantes. Es una más en el currículum de estos políticos. No sólo quieren despenalizar a los okupas, sino que haya policía compuesta por inmigrantes. Ya no pagan impuestos como los nacidos en Catalunya; se les 'regala' la seguridad social y ahora, además, se les facilita vivienda y empleo. ¿Y LOS DE AQUÍ QUÉ?
Esta es la pregunta que se hace una inmensa mayoría de catalanes nativos, entre los que me encuentro. Esto no es racismo. Racismo es llamar 'moraco' a un magrebí o 'sudaca' a un argentino, y no dejarle entrar en un comercio también es racismo, pero quejarse porque le quitan a uno unos derechos para regalarselos a otro no es racismo. ¿No tengo derecho yo a facilidades económicas para abrir un comercio como las tienen los inmigrantes?
Y el Gobierno, además, se apresura a decir que el paro ha bajado hasta los niveles de 1979. ¿Cómo hacen las cuentas? Si cada vez somos más en este país, entre los que nacen y los que vienen de fuera. ¿De golpe y porrazo crece la población activa y baja el paro?
Y por último está el tema de los okupas. La señora Imma Mayol (IC) defiende a los okupas y aboga por la despenalización por sus actos de ocupación de pisos y fábricas vacíos, pero con propietario. ¿Ella tiene okupas en su casa? Si tan 'verde' es, ¿por qué se desplaza por la ciudad en coche y no en otro medio más ecológico? Todo el mundo tiene derecho a una vivienda. Es una parte de los llamados derechos humanos, pero no a ese precio ni de esa manera.
Son preguntas sin respuesta... porque no puede haber respuesta. Ya sé que más de uno que lea esto me va a llamar de todo, desde racista, que no es verdad, hasta facha, que lo soy menos. Pero es la pura realidad, y si no, preguntad por la calle.
Lo dicho, en Catalunya ataremos los perros con longaniza. En pocos años, a los catalanes-catalanes nos van a pedir no sólo el DNI sino el pasaporte para poder circular por esta, nuestra ciudad. ¡Qué triste!